Casualmente Valentina

Casualmente Valentina de Elena Garquin

Benavente, 1886. A Rafael Mejía la vida le sonríe. Es un hombre de éxito, joven, atractivo y arrogante, y acostumbra a conseguir lo que quiere en un abrir y cerrar de ojos, tanto en los negocios como en el placer.
Valentina, la humilde empleada de una posada de dudosa reputación, será su siguiente víctima. Una muchacha tan dulce como hermosa por quien se siente irremediablemente atraído, hasta el punto de convertirla en la principal candidata para ocupar su cama, sin imaginar que, con ella, comenzarán sus problemas.
Para Valentina, la impactante aparición de Mejía provoca un enorme cataclismo en su apacible vida. Resuelta a no sucumbir al enorme embrujo que ejerce sobre ella, combatirá su oscuro atractivo de la única forma posible: conquistando un duro corazón que él presume de no poseer.
Desde los fastuosos salones del Casino de Benavente hasta el oculto corazón de la sierra de la Culebra, Valentina seguirá a Mejía en un viaje plagado de peligros y sombras de los que Rafael la intentará alejar, pero ¿será capaz de eludir con la misma fuerza el poder del amor?

Esta es la tercera novela de Elena Garquin. Elena es una autora que conocí gracias a «Tuareg», que me cautivó con «La heredera»  que me ha terminado de conquistar con esta novela. Estaba deseando leerla desde que supe que salía. Septiembre se hizo esperar pero por fin la tuve en mis manos, en formato digital. Me llamo la atención la portada tan preciosa que tenía y más todavia tras leer la sinopsis. Volvemos a viajar a España tras Tuareg, esta vez no a la serranía de Ronda pero si a Benavente. Me ha gustado volver a nuestro país en una novela histórica. Siempre digo que nuestra historia no tiene nada que envidiar a la historia anglosajona así que le doy valor a todas aquellas autoras que se adentran un poco en nuestra geografía y en nuestra historia para ambientar sus novelas.

Como siempre la novela esta llena de descripciones detalladas y de una ámbientacion única y muy especial. La narración es fluida, esta llena de flasbacks y es bastante amena y adictiva. La historia nos cuenta la vida y milagros de Rafael Megía un hombre atractivo, arrogante, algo despota que esta acostumbrado a tener todo a su alcance, a hacre su santa voluntad y a no privarse de nada y esto no sólo se refiere a gastronomía sino también a mujeres. Es un hombre que disfruta de los placeres carnales pero que no hace promesas, ni siquiera así mismo. Sabe de su encanto con las mujeres y no duda en ser zalamero, encantador y algo mentiroso para conseguir lo que quiere. Hasta ahora nada ni nadie se le ha resistido pero todo cambia cuando conoce a una joven en uno de los burdeles que frecuenta en la ciudad de Benavente. Rafael es un hombre de carácter, bastante arrogante y despota al que yo misma hubiera dado unos cuantos bofetones y alguna que otra patada en sus partes. Es como, os diría ,como aquellas personas que siempre llevan la razón, cada vez que hablan sientan catedra o sube el pan y que hace lo que sea para conseguir lo que quiere. Rafael no sabe aceptar un no por respueta y cuando le dicen que no se lo toma a broma.

Sin embargo, se encuentra con la horna de su zapato: Valentina. Valentina es una joven hermosa, sencilla, de buen corazón, que vive de manera sencilla trabajando en una posada donde se da comida, habitacion y cobijo a los viajantes. Pero además se prestan otro tipo de servicios más carnales. Valentina es una mujer valiente, tenaz, bastante irreverente. Cuando conoce a Rafale Mejía se siente atraída por él pero ya ha sido informada por sus compañeras de posada que no es trigo limpio. Es un hombre pasional, pero alergico al compromiso. Esta decidida a no caer en sus redes pero los encantos de Mejía son muchos y variados y entre ellos esta el ser encantador, y magnético. Es dificil de escapar ante su encanto.

Una de las cosas que más destacó de esta novela son los diálogos. Los diálogos entre Rafael y Valentina son magníficos. Son tal para cual. Cada uno es más irreverente que el otro. He disfrutado mucho con sus discusiones diálecticas, con como Valentina es capaz de plantarle cara a un hombre tan acostumbrado a mandar como Mejía. Las chispas surgen desde el primer momento pero Valentina no se lo pone nada fácil a nuestro conquistador, cosa que hará las delicias del lector.

A la historia de estos dos protagonistas se suma el misterio que rodea la llegada de Valentina a la posada y también un asesinato cometido en el pasado por Lorenzo de Casanueva un personaje que parece desaparecido y al que su hermano Diego busca deseperadamente. Si, Diego de Casanueva es el protagonista de «La heredera» la primera novela de Elena Garquin. El misterio que rodea a Lorenzo Casanueva, es un misterio que Rafael Mejía tendrá que resolver y tiene que ver con ciertas infulas políticas y económicas de la España de la época que se van descubriendo a lo largo de la novela. No puedo contar mucho más de esta parte porque desvelaría una parte esencial de la novela que debe permanecer oculta. ¿Quién es Lorenzo de Casanueva? ¿Quién es Marina Lujan?  ¿que tienen que ver estos personajes con Valentina y Rafael Mejía?. Si queréis saberlo tendréis que leer la novela.

La autora nos cuenta una historia de amor pasional, con garra, con grandes duelos diáleticos entre los personajes. Creo que es una gran novela donde la autora muestra como ha mejorado y como ha evolucionado su narración. Las novelas de Elena Garquin para mí se carácterizan por unos personajes profundos, complejos, con mucha garra; una historia de amor llena de pasion, una ambientación histórica cuidada y por último con sorpresa. Si lo que leeis, si habéis leído sus novelas sobre todo la primera os daréis cuenta que siempre hay un misterio que hay que resolver. La autora siempre consigue mantener la atención del lector y al fina ese misterio es toda una sorpresa. Al menos para mí siempre lo es, nunca veo sus novelas como algo predecible y cuando se resuelve el misterio no es algo que me esperarse o que fuera predecible.

A los que todavía no habéis leído nada de Elena Garquin, os animo a que comencéis, no creo que defraude a nadie.

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